
Toyota busca aportar una visión sobre cómo navegar la nueva geografía del suministro automotriz
– Antes del TLCAN de 1994 la industria tenía una estructura distinta; el tratado y el Decreto Automotriz permitieron la llegada de armadoras globales y de proveedores Tier 1, consolidando la integración regional.
– Toyota lleva 70 años en Norteamérica, con 14 plantas —dos en México—, más de 65 mil empleos directos, 54 mil millones de dólares invertidos y compras anuales por 39 mil millones de dólares a proveedores Tier 1.
– La relocalización de proveedores no es nueva para la industria, pero la pandemia, la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, y el fin de la globalización están transformando la cadena de valor.
– Los planteamientos de “reindustrialización de Estados Unidos” y “fortaleza de Norteamérica” dominarán la agenda regional; el primero enfrenta límites estructurales, mientras que el segundo requiere claridad en fortalezas y roles de cada país, dijo Lizette Gracida, directora Senior de Asuntos Internacionales y Externos de Toyota.
Durante el Congreso Internacional de la Industria Automotriz en México (CIIAM), organizado por la Industria Nacional de Autopartes (INA), la ejecutiva dijo que México debe asumirse como complemento, no sustituto, y que se necesita una estrategia coordinada para mantener la competitividad frente al mundo.
– Debe desarrollarse un nuevo instrumento de política pública para el desarrollo de proveedores, inspirado en el Decreto Automotriz. Al mismo tiempo, la revisión del T-MEC debe evolucionar hacia una unión aduanera regional
– Los retos clave son:
● Infraestructura deficiente (puertos, carreteras, ferrocarril).
● Acceso a energías limpias suficientes y asequibles.
● Facilitación comercial frente a reformas que implican retrocesos.
● Desarrollo de capital humano especializado.
● Fortalecimiento del estado de derecho – México debe enfocarse en aprovechar oportunidades del reacomodo global, resolver problemas internos para elevar competitividad y evolucionar regionalmente con pragmatismo, superando visiones románticas de la soberanía.
–La meta de la administración Trump de elevar la manufactura al 50% del PIB estadounidense, es difícil de lograr sin México.
Por su parte, José Sevilla Macip, analista de Investigación Senior, S&P Global Market Intelligence, dijo que la prospectiva geopolítica es clave para los próximos 18 meses, pues tendrá un impacto directo en la industria automotriz.
En este entorno, se vislumbran tres grandes tendencias globales:
● La competencia estratégica entre Estados Unidos y China.
● La redefinición de alianzas globales en torno a comercio, infraestructura y minerales críticos.
● La transformación de los conflictos mediante nuevas tecnologías, incluyendo inteligencia artificial y ciberseguridad.
La meta de la administración Trump de elevar la manufactura al 50% del PIB estadounidense es difícil de lograr sin México, lo que abre una oportunidad estratégica para el país.
México siempre privilegiará su relación con Estados Unidos, como muestra el decreto de aranceles que afectó principalmente a China. Esto refleja su alineamiento geopolítico.
La tecnología accesible a actores no estatales, como drones usados por el crimen organizado en México, incrementa riesgos de seguridad y afecta el entorno de negocios.
En lo económico se proyecta un crecimiento modesto para México: 0.6% en 2025 y 1.3% en 2026, con un promedio menor a 2.0% anual durante la década.
El motor seguirá siendo el sector exportador hacia Estados Unidos, y también se identifican riesgos fiscales por mayor déficit, creciente gasto social, costo de la deuda y apoyo financiero a Pemex, lo que presionará las finanzas públicas.
En materia política habrá menor incertidumbre tras las reformas ya consolidadas, lo que brinda un marco más claro para las inversiones.
El principal riesgo será la actividad criminal, con extorsión y robo de carga que amenazan la operación de la industria y complican el desarrollo de proveeduría local, además de implicaciones de compliance tras la designación de cárteles como organizaciones terroristas en Estados Unidos.
Sobre la relación bilateral hay dos líneas rojas:
● Salvaguardar el acceso al mercado estadounidense
● Evitar acciones militares unilaterales de Estados Unidos en México.
El escenario base es que el T-MEC se mantendrá y que México continuará como principal socio comercial de Estados Unidos. Las reglas de origen serán más estrictas, habrá mecanismos de mayor escrutinio a la inversión en sectores estratégicos y posibles nuevas cláusulas para limitar la influencia de economías no mercado.
Cerca de 3,700 productos son coincidentes en exportaciones México-China hacia Estados Unidos, equivalente a $432 mil millones de dólares. Esto es una ventana de oportunidad para el sector exportador mexicano.
En el sector automotriz, se identifican 73 productos coincidentes.
Hay una competencia creciente de Vietnam, cuyas exportaciones a Estados Unidos crecieron 42% en la primera mitad de 2025, frente al 6% de México.
La ubicación geográfica de México y el T-MEC son ventajas clave, pero insuficientes frente a la competencia asiática. Se deben adoptar medidas desde el gobierno y la iniciativa privada para capitalizar oportunidades y mitigar riesgos.