
SEAT 75 años moviéndonos
En 75 años son muchas las personas que formaron parte de SEAT S.A. Detrás de cada una hay un trabajo, una vida. En definitiva, una historia para celebrar juntxs en su 75 aniversario.
Porque SEAT S.A. “no son ni las instalaciones, ni las producciones, ni una esquina de un taller”, como cuenta Esther González, empleada de SEAT S.A., “son los sentimientos compartidos, una conjunción de muchas voluntades que consiguen hacer algo grande”.
Ella es una de las protagonistas de este viaje. También lo es la familia Alarcón formada por Vicente, María Ángeles y Víctor, tres generaciones trabajando en la compañía. Completa esta representación Nico Mora que, además de autos, ayudó a fabricar algo que marcó las vidas de muchos otros durante el COVID-19.
Ellos son solo una pequeña muestra de los miles de empleadxs que formaron y forman parte de SEAT S.A. y que impulsaron la compañía durante estos 75 años de historia.
Tres generaciones, una misma emoción.
En las reuniones familiares de Vicente, María Ángeles y Víctor, la familia Alarcón, siempre acaba saliendo una historia de SEAT S.A. Tres generaciones de abuelo, madre y nieto trabajaron aquí. Vicente fue el primero. Si le preguntas qué es lo que más recuerda de su trayectoria es el día en que su hija María Ángeles empezó a trabajar como becaria.
Lo califica de “honor”. Ella comenta que cuando en los descansos iba a tomarse un café con él y sus compañeros “se volvía loco de contento”. El último en entrar fue Víctor a través de la Escuela de Aprendicces. Cuando le tocó decidir qué estudiar, su familia lo animó a solicitar la admisión en la Escuela de Aprendices.
Cuenta que “cuando supe que había entrado llamé corriendo a mis abuelos y ¡qué alegría!, se quitaban el teléfono para felicitarme”. Acabó la escuela y ahora trabaja en el departamento de Ventas. Al llegar a casa del trabajo, le cuenta a su abuelo cómo evolucionaron las cosas, “le explico lo que estoy haciendo en el trabajo, los nuevos autos eléctricos… A esta entrevista nos trajeron en un CUPRA Tavascan y dijo su frase célebre, ‘buenos vehículos hacemos en SEAT S.A.’”, y añade María Ángeles, “habla en presente, porque se sigue sintiendo parte de la compañía”.
Una experiencia de vida. Aunque pasaron ya 20 años, Esther recuerda perfectamente su primer día en Martorell. “Al cruzar por el pasillo de la entrada pensé que nunca había visto tanta gente junta”. Fue una de las primeras en probar el leasing con un SEAT Ibiza. Conducir un automóvil en el que estuvo implicada en su producción fue muy especial para ella porque “en cada auto llevamos un trocito de nuestra piel, invisible”.
De hacer autos a respiradores. De compañeros sabe mucho Nico Mora. El COVID-19 paró el mundo, pero no la línea de Martorell, “cambiamos los vehículos por respiradores”.
Fueron días frenéticos en los que todo el mundo quería aportar, “daba igual que fuera director, gerente u productor, formamos todos un equipo y eso creo que es la grandeza de lo que hicimos”.
De sus 27 años en SEAT S.A., primero como productor en la línea y ahora como mánager en el departamento de Producción, se queda con una evolución constante y con el mismo espíritu que los llevó a recoger piezas de autos para transformarlas en respiradores y salvar vidas: “tengo la sensación de que todo lo que queramos lo podemos hacer, y lo haremos”.