¿Qué tienen en común Babe Ruth, Hank Greenberg y Mickey Cochrane?
La respuesta más obvia es que los 3 nombres del encabezado son leyendas del beisbol, todos miembros del salón de la fama, para ser más precisos.
Podemos hablar de la historia compartida que tienen en común con algunos equipos de beisbol, recordando que en 1934 Mickey Cochrane adquirió al equipo de Detroit, del cual se volvió manager y también jugador. Se trataba del mismísimo equipo de Detroit donde Hank Greenberg jugó la mayor parte de su carrera como jardinero y primera base.
Otros aspectos que relacionan a estos jugadores son, por ejemplo, las estadísticas tomando en cuenta que en 1938 Hank Greenberg casi rompe el récord de jonrones de Babe Ruth en una sola temporada con 58 pelotas bateadas hacia el infinito y más allá.
Incluso podríamos hablar de cómo es que la Segunda Guerra Mundial cambió las vidas de estas 3 leyendas:
En el caso de Babe Ruth, este se convirtió en portavoz para el gobierno de los Estados Unidos ante temas sociales. Por su parte Mickey Cochrane sirvió directamente en el ejército norteamericano a pesar de haber sufrido una reciente lesión ocasionada por una pelota de beisbol que lo golpeó en la cabeza, mientras que Hank Greenberg, quien estaba en su mejor época, se perdió varias temporadas a causa del conflicto bélico.
Sin embargo, una de las cosas que los tres tienen en común pero quizás no muchos saben, era el amor de estos beisbolistas por sus autos Lincoln; tres vehículos tan clásicos e icónicos como sus propios dueños, a quienes en ese entonces les servían como medios de transporte de primera clase, pero también como una extensión y expresión de su estatus como leyendas:
Babe Ruth Lincoln Continental 1940
Como jugadores del equipo de beisbol de Detroit, se podría decir que el hecho de que, tanto Mickey Cochrane como Hank Greenberg manejaran autos Lincoln, la división de lujo de Ford, estaba destinado a suceder; dos iconos de Detroit – los autos Lincoln – transportando a otros dos iconos de Detroit, los jugadores.
A 100 años de historia de Lincoln, no cabe duda de la huella que la automotriz de lujo dejó en el ámbito de la política, la música, el cine y hasta en el deporte, como este caso, ante lo cual se enorgullece como marca y lo toma como fuente de inspiración para continuar innovando durante los siguientes 100 años.
