Cuidados sobre el aceite de tu motor
En el manejo cotidiano no se percibe si el lubricante está al mínimo de sus capacidades.
A pesar de las precauciones de diseño que consideran los ingenieros de la industria automotriz en los motores que saldrán al mercado, siempre quedan aspectos “variables” inherentes a su funcionamiento: refrigerantes, combustible y lubricantes quedarán de forma inalterable bajo la responsabilidad del propietario del automóvil.
Es importante conocer las precauciones que deben tomarse para la conservación de nuestros motores. En este aparatado, es importante que conozca algunos conceptos en lo que a los lubricantes concierne, que si bien son indispensables para el funcionamiento mecánico, usualmente son relegados por la cotidianeidad del usuario que en muchos casos espera hasta el último momento para cumplir con su mantenimiento.
Cualquier aceite depende de factores que infieren en su desempeño, siendo la temperatura y el grado de viscosidad los más importantes. Es común que el aceite pierda viscosidad por el uso, lo que provoca que su función lubricante disminuye, provocando un incremento en su temperatura y por ende, un mayor desgaste en el motor. Por otro lado, cuando el aceite se oscurece es la comprobación de que está limpiando el interior del motor, del carbón y el hollín generados por la combustión gracias a los aditivos detergentes y dispersantes que contiene.
¿Cada cuándo debe cambiarse el aceite del motor? ¿Qué tipo se recomienda? Son preguntas comunes que intentaremos resolver. Todos los fabricantes tienen estándares con los lubricantes para sus motores y transmisiones; de igual manera, todos los lubricantes de marcas reconocidas cumplen los requerimientos de desempeño del motor, de tal suerte que, siguiendo las especificaciones contenidas en el manual del propietario, no debe haber problema alguno.
Generalmente los intervalos recomendados para realizar el cambio de aceite, según el auto y el tipo de lubricante, son cada cinco, ocho o diez mil kilómetros. Es importante medir periódicamente el nivel de aceite; es una práctica fundamental antes de usar el vehículo por largos recorridos y, cuando se encuentra muy bajo, debe ser recargado. De lo contrario, el motor puede sufrir graves daños.
Saber reconocer las lecturas que nos brinda el estado del lubricante, puede ser un factor determinante para la conservación de la máquina. Así que, si consume demasiado aceite, es señal de que algo anda mal; una máquina en buen estado puede consumir hasta un 20% de la capacidad del cárter.
Los aceites están desarrollados técnicamente con exhaustivas pruebas de desempeño en motores y bancos de ensayos de alta calidad. No se requieren aditivos extras; de hecho, éstos pueden generar efectos adversos en el motor, y en caso de cambiar de marca, son compatibles y se deben mezclar bien entre sí. Lo anterior es un requisito obligatorio que deben cumplir las fábricas cuando desarrollan los lubricantes.
Un buen sincronizado y mantenimiento del sistema de refrigeración son indispensables para alargar la vida útil del lubricante. Además, recuerde que los filtros de aceite, aire, y combustible son fundamentales para asegurar la máxima protección del motor.
Cámbialos en los intervalos recomendados, checa periódicamente el estado físico del motor para buscar cualquier fuga de aceite posible; esto influirá directamente en los niveles adecuados para el funcionamiento óptimo de su motor.