
Decálogo de la buena conducción para motociclistas
El uso de la motocicleta como modelo de movilidad en México ha ido creciendo de tal forma que probablemente se ha convertido en el de mayor dinamismo en el país en años recientes.
El parque vehicular de motociclistas registrado en 2010 fue de un millón 154 mil 145 unidades y a 2015 ha tenido un incremento del 106 por ciento (dos millones 375 mil 625).
En el comparativo entre el año 2014 y 2015 hubo un incremento del 4.6 por ciento. Cabe mencionar que para el año 2020 habrá más de 3.6 millones de motocicletas, que representa un incremento del 35 por ciento (Proyección realizada con datos de INEGI, Vehículos de motor registrados en circulación, año de consulta 2017).
Al respecto, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz establece que en los próximos años la venta de motos en México tendrá un crecimiento anual de por lo menos el 20 por ciento.
Con ello, Cesvi México –Centro de Experimentación y Seguridad Vial- se dio a la tarea de analizar las estadísticas sobre accidentes de tránsito de motociclistas y detectó que en el año 2015 se registraron 65 mil 87 accidentes de tránsito en este tipo de vehículos por lo que hubo un incremento del 3.2 por ciento, respecto al año 2014. (Fuente: Accidentes de tránsito terrestre, INEGI. Consulta 2017) Advierte Cesvi que si no se realizan acciones para disminuir los accidentes de tránsito en este tipo de vehículos, para el año 2020 podrían presentarse más de 80 mil accidentes de motociclistas, lo que representaría un incremento del 28 por ciento, con relación al periodo consultado.
Decálogo de la Buena Conducción para Motociclistas:
1. Revisión y arranque. La revisión de la motocicleta es fundamental antes de iniciar el traslado. Es fundamental verificar que el vehículo esté en óptimas condiciones físico-mecánicas para lo que se deben supervisar los niveles de fluidos (que apliquen), frenos, llantas y cadena.
2. Equipo de protección. Para cuidar la integridad del motociclista (y su acompañante) es indispensable el uso de un equipo de seguridad homologado y completo: traje, casco, guantes y botas. El uso del casco de seguridad disminuye en un 72 por ciento la gravedad de las lesiones en la cabeza de presentarse un accidente.
3. Conductor y acompañante. Las motocicletas han sido diseñadas para el conductor y un solo acompañante. Al trasladar a tres o más personas representa un riesgo potencial, ya que se pierda estabilidad, maniobrabilidad y al momento de frenar se requiere de una mayor distancia para una frenada segura.
4. Circulación ordenada. Se debe evitar circular entre carriles ya que a los motociclistas se les llega a cortar la circulación al no ser vistos por los demás conductores o al abrir la puerta de un automotor en un congestionamiento.
5. Posición correcta. Se deben mantener las dos manos en todo momento en el manubrio y las piernas pegadas al tanque para lograr el equilibrio.
6. Siempre alerta. Un motociclista responsable va concentrado en el camino por los riesgos que presenta la superficie de rodamiento como baches, coladeras abiertas, topes, pisos resbalosos, tierra suelta, entre otros.
7. Respetar la vía. No circular por la banqueta o por lugares no autorizados para vehículos de motor.
8. Carga mínima. Evitar llevar carga excesiva o voluminosa, la motocicleta no está diseñada para ello. Los objetos podrían obstruir la visibilidad y desbalancear al conductor.
9. Respetar las reglas de circulación. Como un usuario más de la vía el motociclista tiene derechos y obligaciones, pero en especial debe apegarse a los límites de velocidad. A mayor velocidad, existe mayor probabilidad de sufrir o causar un accidente.
10. Manejo preventivo. Ya que el motociclista está más expuesto a sufrir lesiones graves en un accidente de tránsito, es fundamental que siempre conduzca con anticipación, espacio y desarrolle una visión panorámica, con el fin de salvaguardar su vida y cuidarse de otros usuarios de la vía.