Le Mans 2020: 11 consecuencias del retraso
Los aficionados a las carreras de resistencia rara vez han tenido que esperar tanto como lo han hecho este año para ver las 24 Horas de Le Mans.
Debido a la pandemia del coronavirus, la carrera clásica francesa se ha movido en el calendario, para pasar de la fecha tradicional de mediados de junio al 19/20 de septiembre.
Solo ha habido otro retraso en los casi 100 años de historia de la prueba: en 1968, cuando las 24 Horas de Le Mans se disputaron el 28/29 de septiembre por los continuos disturbios que hubo en París. Posponer la carrera tiene varias consecuencias para los equipos, incluido el de Porsche, entre otras, los cambios en la programación o la renuncia a algunas actividades muy populares para el público, como las verificaciones técnicas en la plaza principal de la ciudad y el desfile de pilotos que se celebran habitualmente el día antes de la salida. Pero hay muchas más.
La larga noche
A mediados de junio, cerca del solsticio de verano, tenemos los días más largos en el hemisferio norte. En la fecha original en que debía haberse disputado esta 88a edición de la prueba de resistencia (13/14 junio), los vehículos hubieran rodado en la oscuridad únicamente durante 8.02 horas. Sin embargo, en la nueva fecha de septiembre, el sol se pondrá el sábado a las 8:01 p.m. y los primeros rayos no volverán a aparecer hasta el domingo a las 7:44 de la mañana, lo que significa un periodo de noche de casi cuatro horas más del que habrían encontrado los pilotos con el calendario inicial. En esa lucha titánica sobre el mítico trazado de la Sarthe, los equipos tendrán solo unas 12 horas de luz.
El ritmo rápido
La larga noche significa más tiempo con menos temperatura ambiente y del asfalto. Como resultado de ello, los motores de los dos Porsche 911 RSR de 515 caballos de potencia rodarán más horas a un nivel óptimo. Un aire más frío significa más saturación de oxígeno y, en consecuencia, una combustión mejor y más eficiente de la gasolina. Una regla de oro: si la temperatura ambiente cae cinco grados centígrados, la potencia del motor aumenta un uno por ciento.
Por tanto, en la noche de las 24 Horas de Le Mans 2020 se podrá alcanzar un ritmo de carrera más elevado. “Si las condiciones meteorológicas son buenas, veremos una carrera bastante más rápida en comparación con la de junio”, comenta Pascal Zurlinden, Director de Competición de Porsche. Con el sol poniéndose más temprano el sábado y apareciendo más tarde el domingo, los perfiles serán diferentes. La temperatura media durante un periodo de 24 horas a mediados de junio (según las estadísticas de los últimos 30 años) es de 16,8 grados. La media en septiembre es exactamente de un grado menos. Igual que la oxigenación más alta, este factor influye en el rendimiento de los vehículos.
Los neumáticos blandos
Las temperaturas más frías durante la noche también tienen la ventaja de que los neumáticos Michelin de compuesto blando puede rodar durante más tiempo. Este tipo de goma no solo ofrece más agarre, sino que también es más estable cuando las condiciones de la pista son buenas.
“Desgraciadamente, no está permitido hacer tres o cuatro relevos seguidos en la categoría GTE-Pro”, explica Zurlinden. Después de dos relevos, los vehículos GTE están obligados a montar neumáticos nuevos. “El cambio en la reglamentación no permite ya repostar al mismo tiempo que se cambian los neumáticos y, por eso, cada vez que se pone un juego nuevo supone un coste de tiempo adicional. Seguro que veremos más relevos dobles. Esta es la razón por la cual nuestros pit stops deben ser lo más cortos posible”, puntualiza el experimentado ingeniero.
La anticipación a la lluvia
Las estadísticas meteorológicas durante las últimas tres décadas muestran que las temperaturas más altas y más bajas durante el día y la noche cambian mucho de junio a septiembre. Sin embargo, los datos también muestran claramente que, aunque hay menos lluvia en septiembre, los chaparrones son más fuertes que en junio. “Tenemos que adaptarnos a cómo venga”, dice Pascal Zurlinden. Pero hay un viejo dicho: siempre llueve en Le Mans. La gran pregunta es, ¿en qué momento de la carrera? “La posibilidad de lluvia juega un papel importante en las tácticas de equipo, especialmente si el coche no es competitivo al 100% en seco. En mojado, las cartas se barajan de nuevo y aparecen nuevas oportunidades”, señala Zurlinden.
El sol bajo
Durante el anochecer y el amanecer en las 24 Horas de Le Mans, los pilotos tienen que luchar contra el deslumbramiento del sol. En la puesta de sol del sábado, la luz brilla sobre el parabrisas en un ángulo bajo y ciega a los pilotos, especialmente en las curvas de Indianápolis y Arnage. En el amanecer del domingo, este fenómeno sucede en la famosa zona de Tertre Rouge. “Nuestros expertos pilotos oficiales están muy familiarizados con este problema. Como el sol está más bajo a principios de otoño que en los meses de verano, tendrán que llevar los ojos entrecerrados más a menudo. Pero no pasa nada; después de todo, son profesionales”, sonríe el francés.
La salida más pronto
A diferencia de años anteriores, las 24 Horas de Le Mans 2020 comenzarán a las 2.30 p.m. hora local. Uno de los motivos de ello es que el final de etapa del Tour de Francia, la famosa ronda ciclista, termina en París la tarde del 20 de septiembre. Para evitar interferir con ese evento, la 88a edición de la legendaria carrera que forma parte del Campeonato del Mundo de Resistencia FIA (WEC) terminará un poco antes el domingo, concretamente a las 2.30 p.m. “Desde fuera, este pequeño ajuste puede parecer insignificante, pero tiene un impacto grande en nuestro equipo. Tenemos que acabar los preparativos del sábado aún más pronto para estar listos de cara a la salida. Eso supone menos tiempo de descanso y mayor estrés”, subraya el Director de Competición de Porsche. Además, deja solo cuatro horas entre el final del warm-up y la salida de la carrera para completar los últimos detalles.