Sector automotor mantiene oportunidades para los jóvenes

• Los jóvenes mexicanos tienen la oportunidad de ser protagonistas en el prometedor futuro del sector automotriz.
• La AMIA resalta la importancia de la Academia para desarrollar e impulsar la especialización y talento de los mexicanos en la transición a la electromovilidad.

En el marco del Día Internacional de la Juventud que se conmemora este 12 del presente mes, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) destaca la oportunidad que se avecina para las presentes y próximas generaciones en desarrollo de talento, generación de empleo y de especialización hacia las nuevas tecnologías que se demandarán, a través de las oportunidades con la electromovilidad.

La industria automotriz es uno de los principales pilares para la economía mexicana, no solo porque consume insumos de 219 ramas económicas del país -más del 80% – a través de las cuales impacta en casi 30 millones de empleos, sino que se mantiene como una de las más relevantes al generar el 18% del PIB manufacturero de México, manteniéndola en una posición privilegiada entre los sectores productores y generar oportunidades para los jóvenes dentro del sector.

La importancia de la industria se hace más notoria cuando se ha mantenido como una industria tractora de inversiones y ha posicionado a México como un país competitivo y atractivo, gracias a su mano de obra calificada a través de las últimas décadas. Prueba de esto es la llegada de Tesla al norte del país, pero también la expansión de otras armadoras que ya mantenían una apuesta y han anunciado otras inversiones importantes en sus plantas.

Asimismo, las recientes metas que se han planteado a nivel mundial para reducir las emisiones de carbono, incrementar la producción de energías limpias y avanzar hacia la electromovilidad, ponen al sector como uno de los actores clave para alcanzar estos objetivos y poner marcha a la innovación tecnológica.

“Estamos en un momento clave para la industria automotriz, pues se están impulsando nuevas tecnologías en esta transición a la electromovilidad con la que mantenemos un compromiso como país. Por ello, no solo buscamos políticas públicas de la mano del gobierno para tener una transición eficaz y eficiente, sino también se presenta una oportunidad para la academia para potencializar esta especialización y desarrollo en los jóvenes”, comentó José Zozaya, presidente ejecutivo de la AMIA.

En este sentido, una de las principales fortalezas del sector automotriz en México ha sido la formación de clústeres que han impulsado la creación de centros de innovación + desarrollo, así como polos educativos que permiten asegurar una mano de obra altamente calificada.

La inversión tecnológica es un detonador del desarrollo, por ello ante esta transición a la electromovilidad, la demanda de especialización hacia estas ramas es vital y una oportunidad para idear planes de estudio por parte de las Universidades y promoción de las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), las cuales se mantienen como la apuesta y tendencia hacia el futuro.

De acuerdo con un estudio de McKinsey, en el 2030 habrá una demanda de cerca de 100 millones de empleos relacionados con estas carreras a nivel mundial. Por lo que la demanda que tendrá la industria automotriz no será la excepción. Principalmente en México, derivado del potencial que tenemos y la apuesta que están teniendo las armadoras en el país para seguir consolidándose como uno de los líderes en producción y exportación de vehículos eléctricos, así como toda las necesidades y derrama que se genera a lo largo de la cadena de valor.

Ejemplo de esto se tiene con las más de 67mil personas que trabajaron como Ingenieros Electrónicos durante este primer trimestre del 2023 – teniendo un incremento del 16.4% en comparación del cierre del 2022- y generando una población ocupada para el sector automotriz en la fabricación de equipo de transporte y partes para los vehículos automotores con un 27%, cifra superior a la de otros sectores^[1].

Por ello, la AMIA destaca la relevancia de trabajar en conjunto con la academia e instituciones educativas, animándolas a priorizar una buena preparación de los jóvenes, con mira en las nuevas tecnologías y soluciones que se están desarrollando para atender los problemas que se tienen hoy en día. Impulsando no solo al talento joven, sino ayudando a mantener la demanda que requiera la industria y colocando al país como potencia de capital humano calificado y especializado, poniendo así en alto a México.