Entrevista con Ian Robertson de BMW
Ian Robertson, Miembro del Consejo de BMW y Vicepresidente Global de Ventas y Mercadotecnia, platicó con Carnews en el marco del Autoshow de Los Angeles la semana pasada, en donde la marca presentó las nuevas versiones M de las camionetas grandes X5 y X6. Destaca su motor V8 4.4 twin-turbo que ahora genera 575hp, en conjunto con la transmisión automática de 8 velocidades y la tracción integral, además de todas las modificaciones que en frenos, suspensión y sistemas electrónicos y de equipamiento, con que cuentan estas versiones tope de gama y que ofrecen el manejo de muy alto desepeño de todos los productos M.
De acuerdo a Ian Robertson, la X6 no es un vehículo de alto volumen porque su diseño es controvertido, pero hay un público muy específico que no solo la busca sino que tiene una lealtad especial, muchos de estos clientes han recomprado hasta por una tercera vez esta camioneta que combina el estilo coupé con el espacio y características de una SUV. De la generación anterior, se vendieron 20,000 unidades de la versión M en conjunto de X5 y X6, y esperan superar esa cifra con esta nueva generación.
Al preguntarle cómo ve el mercado de los autos eléctricos a futuro, respondió que el volumen de este mercado se duplica cada varios meses, por ello la marca creó una división dedicada al desarrollo de estos vehículos y cuyos primeros frutos, el i3 (ganador del Green Car of the Year 2015) y el novedoso i8, ya están a la venta en varias partes del mundo. Saben que son caros porque son nuevas tecnologías, pero con el tiempo podrán permear a otros segmentos del mercado, además de que los costos de desarrollo y producción se irán reduciendo.
Es importante además impulsar el desarrollo de estos autos porque están conscientes de que muchos gobiernos empujarán los vehículos cero emisiones para las grandes ciudades, por lo que la empresa debe anticipar todas estas medidas. Además en Europa ya se aprobó la ley que indica que para el 2020, las emisiones promedio de los vehículos deben ser de 95gr de CO2 por kilómetro, lo que implica una nueva reducción drástica en los consumos y emisiones de los motores de gasolina.
En su opinión, las células de combustible y de hidrógeno todavía tardarán de 10 a 15 años en madurar para que se generalicen como opción en los vehículos, sobre todo el hidrógeno por lo complicado que resulta su almacenamiento, pero sin duda siguen trabajando en estas y otras nuevas tecnologías a futuro.
En cuanto a las operaciones de BMW en México, comentó que están muy satisfechos con la filial mexicana que se mantiene en primer lugar entre las marcas Premium casi desde su inicio, y dice estar seguro de que esto continuará en los próximos años pues ofrecen cada vez más productos accesibles a la clase media. En el tema de la producción, comentó que la decisión de la nueva planta en San Luis Potosí fue una decisión con un extenso análisis detrás, pues más allá de las exenciones y ventajas para los primeros años tienen que ver a largo plazo, y México está en una posición muy competitiva tanto por su gente preparada como por los tratados comerciales que le permiten exportar sin problema a todo el continente americano, Europa y Japón. Además ya se tenía una gran base de proveedores nacionales que exportan partes y componentes principalmente a la planta de Spartanburg, por lo que con la nueva planta las compras a proveedores locales se duplicarán en poco tiempo y esperan que muchos otros se instalen cerca de su planta para ser proveedores locales.
Le preguntamos hasta dónde veía crecer la producción de BMW en México y su respuesta fue «no hay límite», esto será según la demanda del público. Dijo, como se ha mencionado en otras ocasiones, que se están definiendo los modelos a producir en un inicio, pero que espera que una vez iniciando la producción, en el corto plazo, la planta podría llegar a 400,000 unidades anuales.