Renault Scénic E-Tech Eléctrico
La quinta generación del Scénic E-Tech Eléctrico, que saldrá a la venta próximamente, se fabrica en Douai (Francia), donde nació en 1996. Quién mejor para hablar de la evolución de este modelo emblemático y de la planta donde se fabrica que Franck Lucas, Director de Unidad, que este año celebra 41 años de servicio en la planta.
Franck ha participado en la producción de todas las generaciones del Scénic desde sus inicios y ha sido testigo de los avances tecnológicos de una iteración a la siguiente, así como de las mejoras introducidas en los puestos de trabajo y los métodos de fabricación dentro de la planta. Deja que Franck te cuente la evolución de uno de los buques insignia de la industria francesa de Renault, donde su espíritu de equipo permanece tan intacto como en los primeros tiempos.
Cuando Franck Lucas empezó su carrera en Douai, en 1982, trabajó como operador de montaje en el taller que preparaba los salpicaderos del Renault 11. Tras pasar por varios puestos, estuvo presente en la llegada del Mégane, el nuevo modelo compacto que sustituyó al Renault 19. Al año siguiente, en 1996, se lanzó una variante del Mégane, denominada «Mégane Scénic», que se convirtió en el primer vehículo compacto de Europa.
El nombre procede del concept car compacto de 1991 llamado S.C.E.N.I.C., que significa «Concepto de Seguridad Incorporado a un Nuevo Vehículo Innovador». La primera generación del Scénic fue un éxito inmediato, con casi 2.8 millones de unidades vendidas. Como prueba de su éxito, ganó el prestigioso premio «Automóvil Europeo del Año» en 1997, hazaña que el Scénic E-Tech eléctrico repitió 27 años después al convertirse en «Automóvil del Año» en 2024.
«He tenido la suerte de conocer las cinco generaciones del Scénic. Ya no es el mismo vehículo, pero conserva el mismo espíritu. ¡Qué evolución!»
Franck Lucas, Jefe de Unidad, Douai Ampere ElectriCity Manufacture
SCÉNIC Y DOUAI, UNA EVOLUCIÓN COMPARTIDA
Franck aún recuerda las primeras piezas del Scénic en las que trabajó, las puertas. Enseguida se dio cuenta de que Renault había dado un paso de gigante con este nuevo modelo, con un interior espacioso y totalmente innovador para la época.
Por ello, la propia planta de Douai tuvo que evolucionar para adaptarse a las ambiciones del modelo. Además de la instalación de nuevos robots, se rediseñaron todos los métodos operativos, en particular la ergonomía del puesto de trabajo, que permite una mayor libertad de movimientos a los operarios.
Para la llegada de la segunda generación de Scénic en 2003, se introdujeron nuevas mejoras, como la semi automatización de la instalación de la cabina, que redujo la carga física necesaria para montarla. En 2009, la tercera generación, que abandonó la denominación Mégane para convertirse en un modelo por derecho propio, vio la llegada de las líneas de montaje giratorias, en las que los vehículos podían subir y bajar para adaptarse a las operaciones de montaje, una fantástica innovación para los operarios.
La cuarta generación hizo su aparición en 2016, y con ella la digitalización de las líneas de producción. Los vehículos y las piezas están ahora permanentemente conectados a la fábrica, lo que permite un seguimiento mucho mejor de la cadena de suministro.