SEAT: El spa para automóviles en Martorell
Balneario, cabinas con chorros a presión, sauna y tratamientos de todo
tipo… Cuenta con cada uno de los servicios propios de los spas más exclusivos. La única diferencia es que éste es para autos y está en los talleres 2B, 4 y 5 de la fábrica de SEAT, en Martorell (Barcelona).
Durante 6 horas, cada carrocería se somete a todo un ritual de belleza en la zona de pintura para garantizar que cuando salga a rodar, lo haga con su mejor color. Un circuito termal en el taller. El ritual empieza en la zona de baños, un espacio de más de 51,500 m2 y con 314 trabajadores y 32 robots al servicio de cada automóvil. Aquí le esperan 9 lavados por inmersión, alternados con otros 5 por aspersión, además de la aplicación de pastas.
Como en las saunas finlandesas. No hay ningún tratamiento al que se someta el vehículo, tanto en la zona de baños como en las demás áreas de este peculiar spa, que no acabe con el secado y la fijación. Es por eso que los hornos son clave. Hay 6 a lo largo de todo el proceso de pintura.
El ritual de color. Y ahora sí, el auto está listo para entrar en el taller 5: 119,500 m2, 587 trabajadores y 175 robots dedicados única y exclusivamente a embellecer la carrocería. Lo primero es elegir el tono
entre una amplia paleta.
El Arona, por ejemplo, tiene más de 68 combinaciones posibles y para el nuevo León tampoco es fácil decidirse entre tonos tan exclusivos como el gris Magnetic, los rojos Desire o Emoción, el blanco Nevada, el azul Mistery, o el negro Midnight.
Pinturoterapia. Así como en los demás spas se usa el poder de los chorros de agua a presión como terapia, aquí lo que se utiliza es pintura. Concretamente, 2 kilos y medio de esmalte por cada vehículo. Se hace en cabinas escrupulosamente preparadas para ello, con un sistema de ventilación que impide entre la más mínima partícula de polvo, y a una temperatura de entre 21 y 25 grados. En ellas, 84 robots se encargan de pulverizar el color. En total aplican siete capas, finas como un cabello pero a la vez tan resistentes como una roca.
Cromoterapia antimpurezas. Es el último de los tratamientos, el que comprueba que todos los demás han funcionado a la perfección. Bajo una luz rojiza, el vehículo se desliza a través del scanner.
Son 43 segundos durante los que se sacan nada más y nada menos que 50,568 fotografías. Hay 28 cámaras que capturan 42 imágenes por segundo. Todo para revisar al milímetro la carrocería y comprobar que no hay ninguna impureza o imperfección. Tras pasar por el spa de los autos, éstos
están listos para salir a rodar con su mejor color.