Nuevo Acura ILX 2019, gran sedán japonés.
Viajamos a Monterrey para emprender una ruta a bordo del nuevo Acura ILX 2019, el sedán de entrada de la firma de lujo japonesa que recibe una nueva actualización previo a un cambio generacional.
Para empezar
De primera mano y a simple vista, los cambios estéticos al exterior son bastante notorios y muy acertados, de inmediato te viene a la mente la misma silueta de RDX pero convertido en sedán. Tiene líneas muy bien definidas, mucho más actuales y deportivas, convirtiéndose en un gran portador del lenguaje de diseño de la marca.
Lo que más me gustó de esta actualización fue el frente con la parrilla diamante y los grupos ópticos delanteros. La parte trasera también goza de mucho estilo y juntos se convierten en una combina ganadora.
Los detalles en negro repartidos en la carrocería así como los rines de 18 pulgadas también en negro son propios de la versión A-Spec la misma que fue nuestra unidad a prueba.
En camino
La ruta en cuestión fue manejar de Monterrey a Coahuila, esto traducido en tiempo y distancia, son unos 350 km y alrededor de 3 horas y media de recorrido. Con muchas rectas prolongadas y una que otra curva rápida pero no tan pronunciada, un prueba bastante decente para ver si el ILX se comportaba a la altura de las circunstancias.
Ya al volante, el ILX se maneja bastante bien, la respuesta del 2.4 litros con 201 caballos de fuerza es de lo más destacable, sin pasar por alto la DCT de 8 cambios muy bien puesta a punto. Cabe mencionar que el manejo se realizó prácticamente en modo Sport y con ello viene una mejora notoria en el sonido del escape, haciéndolo mucho más deportivo.
Con velocidad promedio de entre 120 y 150 km el ILX de maravilla, sin movimientos raros en la carrocería y con muy buena respuesta de aceleración, ya pasados los 160 km por hora la filtración de aire es evidente en la acústica del habitáculo, pero seamos honestos son velocidades que no recomendamos. La velocidad máxima que pudimos alcanzar fue de unos 215 km/h y a la hora de frenarse, los frenos de comportaron bastante bien.
Los trazos de las curvas los hace muy bien a pesar de que la dirección en ocasiones la sentí un poco más asistida de lo que me gustaría en un auto de corte deportivo.
¿Y el interior?
Todo iba muy bien hasta que me tocó analizar el interior, el cual aclaro no es para nada malo, si no que está desactualizado. Tiene un diseño propio del año en el que fue lanzada esta generación del ILX, es decir 2011… si 2011, el interior tiene 8 años de antigüedad y lo único que lo salva poquito es la inclusión de Apple CarPlay y el sistema de sonido ELS Studio que si es bueno pero no a la altura del que equipa a RDX.
Conclusión
En términos generales estamos ante un buen auto, que cuenta con un gran diseño exterior, un motor que se desempeña bien pero que si fuera turbo, le quedaría mejor, un auto que pide a gritos una actualización del habitáculo, pero que goza e muy buena calidad y cuenta con el respaldo de una muy buena marca como lo es Acura.